jueves, 28 de junio de 2007

Fotografía y Deporte

Más allá de las clásicas y apáticas fotografías que se repiten diariamente en las publicaciones deportivas u otro tipo de medios de comunicación que informan sobre deporte (diarios, sitios web, entre otros); también nos encontramos con que existen autores y publicaciones que han sabido mostrar una mirada distinta, centrada en rescatar la esencia de la foto deportiva.

Captar de manera artística el esfuerzo físico, mental y el desarrollo que alcanza el ser humano a través del deporte, resulta una tarea fundamental a la hora de retratar los miles de sucesos que ocurren en la competencia. Los triunfos y derrotas de los atletas han sido plasmados desde hace cientos de años por la fotografía; esto, sumado a lo interesante que resulta el deporte para la mayoría de las naciones, hace que la fotografía deportiva quede inscrita muchas veces para siempre en la retina visual de los ciudadanos, siendo transferidas de generación en generación.

Ejemplo de lo anterior, son las fotografías que en nuestro país se publicaban a mediados del siglo pasado en la revista “Estadio”. Dicha revista cada semana se caracterizaba por mostrar sendos reportajes de los deportistas del momento, acompañados por fotografías (generalmente retratos). Estas fotos lograban una gran notoriedad publica por que además generalmente eran de futbolistas, deportistas que a lo largo de nuestra historia deportiva siempre han ocupado un lugar de preferencia. Así se recuerdan las fotografías de Sergio “sapito” Livingston (portero), o del mítico Leonel Sánchez (delantero). En “Estadio” y otras publicaciones también se dedico espacio a próceres del deporte criollo como Martín Vargas (boxeador), Marlen Arens (atleta), entre otros.

La exploración desde una mirada artística del deporte, conlleva a una reflexión sobre el cuerpo, sus transformaciones y los límites que este es capaz de alcanzar; además de la simple tarea de informar o poner en contexto. He ahí la importancia de resguardar la importancia de la fotografía, por cuanto se transforma en un elemento relevante para la manutención de nuestra memoria nacional, ya que permite mantener intacto el recuerdo de nuestra proezas, y de las derrotas, que en el caso de Chile son la mayoría y son un factor que permite comprender rasgos de nuestra identidad nacional.

Las instantáneas que se obtienen en un evento deportivo suelen tener el mismo patrón, pero está en la capacidad del fotógrafo concebir una imagen que comparta los elementos fundamentales de este rubro: explicitar la acción, buscar su lado artístico y ajustarla en un contexto determinado. La autora Rosa Olivares señala en su publicación “Citius, altius, fortius” varios elementos importantes a la hora de enfrentar un evento deportivo: “las formas en las que el deporte y los deportistas son tratados visualmente siguen siendo las tradicionales. El atleta, el deportista, es sobre todo un espécimen perfecto cuando se muestra aislado y un conjunto perfectamente armónico cuando se presenta en equipo. En la idea de equipo predominará el espíritu de camaradería, solidaridad y apoyo. En la imagen del deportista individual es el cuerpo, y su belleza, la que se fomenta”.

Además, Olivares agrega una crítica al escaso tratamiento dado por el arte al deporte, mientras que por otra parte destaca el aporte de la fotografía en este punto: “El arte ha tratado de una manera escasa y parcial el mundo del deporte pero la llegada de la fotografía ha mejorado sustancialmente este trato. Por un lado la fotografía deportiva ha ofrecido pormenorizadamente la evolución de cada uno de los deportes, y ha creado todo un subgénero. Desde el comienzo de la historia de la fotografía el tratamiento del movimiento, de la velocidad, el estudio del cuerpo, ha estado vinculado permanentemente con el mundo del deporte”.

Los deportistas siempre han sido muy importantes para los medios de comunicación y para el poder político. Ejemplo de esto ultimo es la utilización que el ex dictador chileno, Augusto Pinochet, realizada con cada uno de los atletas o seleccionados nacionales que salían a representar a la nación en el extranjero. Así fue como el general invitaba al Palacio de La Moneda al equipo de Colo Colo que jugaría la Copa Libertadores o a la selección chilena que disputaría el Mundial de Fútbol de España 1982. En esta última visita ocurrió el impasse, en donde el goleador criollo Carlos Caszely se negó a saludar de mano a Pinochet.

Esta tendencia a la utilización de los deportistas no es algo nuevo, se ha utilizado en gran parte del mundo, pero sobre todo y con mayor fuerza en los países subdesarrollados. Si la foto deportiva resulta interesante para las campañas políticas, como no lo va a ser para los medios de comunicación y revistas especializadas. En nuestro país, todos los medios de prensa escrita tienen secciones exclusivas para el deporte; además, dos de estos tienen suplementos especializados y con análisis de mayor profundidad, se trata del diario La Tercera y El Mercurio, a través de “La Tercera Deportes” y “Deportes Full”, respectivamente. Sobre las revistas dedicadas exclusivamente al deporte, encontramos las revistas “Triunfo” y “El Gráfico”.

En los medios chilenos, la foto deportiva sigue siendo muy plana y repetitivas, cuesta bastante encontrar alguna imagen conferida de elementos artísticos, que logre cambiar el establishment sobre la materia y sorprender de manera agradable al observador/lector. En el ámbito internacional podemos encontrar hermosas fotografías deportivas, como las que han sido premiadas en la pasada edición del World Press Photo, en donde se pudieron apreciar tres de ellas, que más que meras imágenes parecen ser las más bellas postales que ilustran lo pulcro que resulta el deporte en cualquiera de sus formas. Por decirlo deportivamente, la medalla de oro fue para una composición de gimnasia; la plata, para una pirueta de fútbol que premia el momento justo del clic; y el bronce fue para una instantánea que refleja las distintas facetas del juego de béisbol.

Así, vemos que la fotografía ha encontrado en el deporte una fuente inagotable de nuevas perspectivas; así como también el deporte ha logrado dar con un procedimiento técnico que logra captar con propiedad su esencia y su desarrollo, el retrato de lo bueno y lo malo. También vemos que este tipo de imágenes ha servido para vender infinidad de revistas y periódicos, del mismo modo que ha servido para la popularidad del poder político. Pero lo más importante que hemos buscado rescatar, es la importancia que tiene para la memoria nacional, en la manera que nos sirve para recordar las mayores proezas y fracasos de nuestra historia y desde ahí construir una mirada hacia el pasado y nuestro futuro. Por ello consideramos un requisito indispensable que los nuevos profesionales de la fotografía, sean capaces de generar imágenes transgresoras que reflejen los nuevos tiempos; saliéndonos así del típico retrato del jugador de fútbol con la pelota en la mano, y buscar así la desobediencia hacia las retrógradas concepciones de este tipo de fotos. Esta invitación, por cierto, se hace extensiva a los editores y a quienes se sirven de estas imágenes para construir sus notas, los reporteros.

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